The United States of America (1968)

Lanzado el 6 de marzo de 1968 por Columbia Records.
Grabado entre el 7 y 23 de diciembre de 1967.

Son fascinantes aquellos momentos — no tan comunes — en los que artistas experimentales ajenos al rock le dieron una oportunidad. Así nació Can, una de mis bandas preferidas de todos los tiempos. Al mismo tiempo, en Estados Unidos sucedía algo similar con el compositor Joseph Byrd, quien solía codearse con grandes como John Cage, Yoko Ono, Morton Feldman y La Monte Young, mientras trabajaba en altas academias musicales. Tras diferentes periodos en varias ciudades, principalmente en Nueva York donde se encontraba inmerso en el movimiento Fluxus, comenzó a fascinarse con las escenas vanguardistas y la música electrónica. En 1963 se muda a Los Ángeles, trabajando en U.C.L.A. (University of California, Los Angeles), atendiendo a clases de psicología y música hindú, mientras trabajaba en su doctorado en etnomusicología. De todos modos, en 1967 abandona todos sus estudios y decide dedicarse al 100% a la composición experimental y la organización de happenings.

Hablando de happenings, en 1965 organizó uno donde participaba una jovencita Linda Ronstadt, quien formó una pequeña banda de blues para aquel evento. Esa noche en particular hizo que Byrd tome consciencia del poder de convocatoria que tenía el rock, además de lo que generaba en su público. Los artistas tocaban apasionados, y los públicos no solo conectaban, sino que también retroalimentaban. A partir de ese momento comenzó a considerar formar un grupo. Fue entonces que se contactó con su amiga y ex pareja, Dorothy Moskowitz, con quien había vivido tanto en New York como California, pero tras la separación había regresado a la costa este. Ella era una vocalista quien había colaborado en un grupo vocal con Art Garfunkel (del famoso Simon & Garfunkel) y trabajado en otras disciplinas como el teatro. Se mantuvieron en contacto y al considerar efectivamente crear una banda, se reunieron una vez más. Byrd tomaba el rol de la parte electrónica, como también el piano, órgano e incluso voz en algunas canciones. El académico también tomó instrumentos como el calíope y un harpsichord eléctrico.

Para conformar una banda reclutó en percusión y batería electrónica al especialista en ritmos africanos, Craig Woodson, y a dos músicos del clásico contemporáneo, el violinista Gordon Marron y el bajista Rand Forbes (con un interesantísimo bajo fretless). Como invitados aparecen el tecladista Ed Bogas y un amigo de Byrd, el legendario Don Ellis. Como podrán notar, no hay guitarras. ¿Cómo es posible asemejarse al rock sin ellas? 

Es difícil encontrar puntos de comparación con The United States of America, solo tal vez la voz de Dorothy con la de Grace Slick, ya que brinda algunas vibras de Jefferson Airplane; y una mezcla de psicodelia con electrónica que remite a los innovadores Silver Apples; pero incluso ellos eran contemporáneos (y el debut de esta otra banda se lanzó tres meses más tarde). En términos experimentales podríamos también mencionar a Red Crayola, quienes Byrd citó como influencia. Me interesa brindar esto que dijo para la maravillosa revista It’s Psychedelic Baby! Magazine en 2013: “Estábamos bastante conscientes de que nos insertamos al rock sin ningún conocimiento o experiencia en el medio. Habíamos tocado Cage y Stockhausen, música africana e hindú, y creíamos que podíamos traer todo eso al rock. Pero no sabíamos prácticamente nada de las raíces del rock and roll. Todos improvisamos, pero en el estilo de la «música contemporánea». En retrospectiva, crear una banda de rock sin ningún músico de rock fue una mala decisión de mi parte. De todos modos, dado que me consideraba el compositor más ecléctico en el planeta, estaba confiado de que podía escribir lo que ningún otro podía”. [Entrevista por Klemen Breznikar]

Pronto, grabaron un demo que interesó a Clive Davis, quien se encontraba trabajando para Columbia. En estos momentos ellos estaban dando sus primeras presentaciones en vivo, definiendo su estilo y las pretensiones de lo que querían lograr. Ahora bien, es interesante saber que sobre los escenarios eran capaces de generar todos los sonidos que se captaron en el LP. Estaban cargados de equipos, con múltiples instrumentos y dos reproductores de cintas sobre el escenario, pero también era una gran propuesta a nivel visual. Desde una gigante bandera de los Estados Unidos cuyas franjas rojas y blancas iban alternando en titilar, hasta máquinas de humo (que su líder sospecha que fueron los primeros en usarlas). Las presentaciones de United States of America eran arte en el más amplio sentido. Las luces estaban bajas, poco se podía ver en el escenario, pero tenían atriles con luces, ya que ellos tocaban con partituras… que imagen tan particular.

Sus conocimientos de la musique concrète y teoría electrónica les posibilitaron jugar de maneras delirantes con los sonidos, creando un álbum que suena excelente pero diferente a todo. Con sátira al estilo de Frank Zappa y momentos donde se dilucida la postura radical política del grupo (cuyo líder se encontraba asociado al partido comunista); esta es una experiencia impactante de comienzo a fin. Lamentablemente, es su único registro, poco después de su lanzamiento los conflictos internos llevaron a la disolución de la banda. Más allá de la breve existencia, su influencia fue inmensa para la escena experimental, y a pesar de cargar con algunas ideas que no terminaron de encajar, es un registro imperdible para los melómanos más curiosos. 

Álbumes «similares» en 1968: Silver Apples – Silver Apples; The Red Krayola – God Bless the Red Krayola and All Who Sail With It; Frank Zappa – Lumpy Gravy.

A1) The American Metaphysical Circus
A2) Hard Coming Love
A3) Cloud Song
A4) The Garden of Earthly Delights
A5) I Won’t Leave My Wooden Wife for You, Sugar

B1) Where Is Yesterday
B2) Coming Down
B3) Love Song for the Dead Ché
B4) Stranded in Time
B5) The American Way of Love
i. Metaphor for an Older Man
ii. California Good-Time Music
iii. Love Is All

Joseph Byrd: Instrumentos electrónicos, clavecín eléctrico, órgano, calliope, piano, arreglos y voz.
Dorothy Moskowitz: Voz.
Gordon Marron: Violín eléctrico, modulador y voz.
Rand Forbes: Bajo y voz.
Craig Woodson: Batería y percusión.

Ed Bogas: Órgano, piano y calliope.
Don Ellis (A5): Trompeta.
David Rubinson: Producción.
David Diller: Ingeniero de grabación.
Gary Margolis y Sgt. William Kerby: Fotografía.