Salle Gaveau – Alloy (2007)

Hace poco estuvimos charlando del debut de Bondage Fruit, pero allí no hice énfasis en quien es su guitarrista. Natsuki Kido (鬼怒無月) es una de las figuras más interesantes de los últimos 30 años, no solo lideró aquel grupo, sino que también a los experimentales P.O.N. y Korekyojinn, como también el dúo Folk Era y numerosas colaboraciones con la escena jazzera de su país. De todos modos, probablemente el proyecto más ecléctico sea Salle Gaveau.

Es curioso pensar que el «Tango Nuevo», como también su creador Astor Piazzolla, no fueron aclamados en su tierra durante sus orígenes. La escena del Tango en Argentina fue muy crítica, la famosa «vieja guardia» se oponía a la incorporación de instrumentos atípicos al género, pero más aún a los cambios estructurales que proponía este virtuoso. Me interesa incorporar una cita de Piazzolla en el año 1954 para la revista Antena: «Sí, es cierto, soy un enemigo del tango; pero del tango como ellos lo entienden. Ellos siguen creyendo en el compadrito, yo no. Creen en el farolito, yo no. Si todo ha cambiado, también debe cambiar la música de Buenos Aires. Somos muchos los que queremos cambiar el tango, pero estos señores que me atacan no lo entienden ni lo van a entender jamás. Yo voy a seguir adelante, a pesar de ellos«.

Astor Piazzolla

Aquellos tantos que criticaban a Piazzolla, imagino que quedarían catatónicos al escuchar que un grupo japonés está creando Tango vanguardista, pero todo empeoraría cuando el disco comienza a girar. En cuanto a su protagonista, Natsuki Kido, él ha hecho numerosas performances con composiciones del innovador bandoneonista, pero llevó su pasión por el género a otro nivel con Salle Gaveau. Se trata de un quinteto que propone mezclar las ideas de aquel Tango Nuevo con influencias del Avant Prog o Rock Progresivo Vanguardista. Lo acompañan Naoki Kita (violín), Yoshaki Sato (acordeón), Keisuke Torigoe (contrabajo) y Masaki Hayashi (piano).

Salle Gaveau

Ahora bien, mi primer encuentro con este disco fue de una manera muy inocente. Tras escuchar el ya mencionado debut de Bondage Fruit, al que pueden leer mi reseña aquí, comencé a indagar en otros lanzamientos del sello discográfico nipón Maboroshi No Sekai. Al ver que Alloy (2007) era considerado uno de los mejores, comencé a escucharlo sin siquiera leer que estilo de música era. Debido al nombre, sospechaba que era un grupo francés, y más aún al escuchar que tocaban Tango, pero se trataba de un grupo Japonés con el querido Natsuki.

La cantidad de texturas y direcciones que toman son fascinantes. Desde secciones donde la guitarra parece poseída por el flamenco, hasta otras partes en las que el imaginario del San Telmo porteño se aparece frente a mis ojos. El Rock in Opposition se fusiona con el Tango, en estructuras de tiempo que desafían la realidad, pero un sentimiento al que es imposible escapar. Todo eso en tan solo la primera canción.

Hay fantásticas piezas relajadas, como la divina Nullset, pero también otras alocadas como la apropiadamente titulada Seven Steps to «Post Tango» (Siete pasos al Post Tango). La utilización del violín es exquisita, logrando tanto inquietar como maravillar, dependiendo de lo que se proponga Naoki Kita. Pero uno de los detalles más interesantes es la falta de percusión, algo que realmente no se nota. ¿Por qué? Debido a que estos interpretes logran ataques con un impacto que cubren a la perfección su ausencia.

Definitivamente uno de los discos más interesantes de Tango que he escuchado. La música no tiene fronteras, y los límites están para quebrarse.

Bondage Fruit – Bondage Fruit (1994)

Con el cambio de década, en los 70’s cayó un ovni en Francia. Rápidamente estos extraterrestres fueron expandiendo un virus, que a pesar de que la mayoría de las personas eran inmunes, tenía un efecto letal en quienes atacaba. Se llama Zeuhl, y el principal responsable de estos contagios fue Christian Vander y su agrupación Magma. El virus estuvo «controlado» durante 2 décadas, donde a pesar de algunas excepciones en Bélgica e Italia (y más en el estilo Rock in Opposition a la Henry Cow), este extraño microbio no salía de Francia; pero esto cambiaría en 1992 con la aparición de Ruins en Japón.

En el lejano este se encontró un terreno fértil para el crecimiento del Zeuhl. Con su abordaje que combinaba el progresivo vanguardista de aquel género, con intensidad de estilos como el Punk, Noise Rock, No Wave e incluso Free Jazz. Pronto comenzaron a aparecer otros grupos como Koenji Hyakkei, Kakusenjo No Ongaku, P.O.N., entre tantos otros. Debería dedicarle varias entradas a esta rica escena, que pasaría a llamarse Brutal Prog, pero hoy nos reúne un caso bastante particular: Bondage Fruit.

Considero este un buen punto de inicio para saltar hacia esta reversión de los conceptos del Zeuhl. ¿Es frenético? Si, pero se mantiene en niveles (al menos a mi criterio – y en contraste al resto del género -) bastante «llevaderos». Hay presencia de voces, en su mayoría femeninas, pero que no están pronunciando palabras, son un instrumento más. La guitarra puede variar de dulce a una hoja de afeitar, con una tendencia a la distorsión y locura.

No cae en terrenos oscuros, como si suelen hacer otros grupos de Zeuhl o influenciados por aquel estilo, pero si tiene una tendencia a jugar con ritmos así. La percusión es espectacular, acompañando a la perfección las secciones más curiosas del álbum, como por ejemplo 子供のトロッコ y 飛行する子 (track 3 y 6 respectivamente). También hay lugar a la explosión, como encontraran en el arranque con Holy Roller.

A pesar de encontrar momentos relajados a la mitad del LP, con fuerte presencia del violín, aguarda el momento más caótico con 金属の胎児, seguido por probablemente el track más moderno del álbum (y que probablemente debido a eso suena muy 90’s) T-Rex.

Un disco calmo y ansioso, tribal pero futurista… Bondage Fruit creó un disco único dentro de una escena única.

GÄA – Auf der Bahn zum Uranus (1974)

Una de las tantas joyas del Krautrock, el debut de GÄA; uno de los vinilos más difíciles de encontrar… casi imposible.

Lanzado por el pequeño sello independiente Alemán, Kerston Records, el cual no tiene un catálogo muy destacable ni experimental (a excepción del curioso Sexphonie por la banda Tyll en 1975 – su único disco -), principalmente manejándose en el terreno de los singles de Beat, Garage y Schlager. Auf der Bahn zum Uranus, o «De camino a Urano», se distancia completamente de esas dimensiones, y es sorprendente que haya despertado interés dentro de un sello que iba en otras direcciones artísticas.

Es un LP espacial, con bastantes secciones habladas en alemán y una rica exploración conceptual en el desarrollo de las canciones. Las influencias del jazz y el blues son evidentes, pero principalmente giran en torno a dos extremos: la psicodelia y el folk autóctono. Su inicio es peculiar y sirve de introducción, Uranus, una oda de 10 minutos con muchas texturas y juegos de repetición. En su segunda canción, Bossa Rustical, nos lleva a una influencia de los boleros, pero que rápidamente despega hacia las estrellas, acompañado por una frenética percusión, un bajo que marca el ritmo y una guitarra espacial. De ‘bossa’ no tiene mucho, pero tal vez eso es lo que entendían como Bossa Nova al oeste de Alemania.

Oriundos del Saarland, se distancian de la escena más cultural que se encontraba en Múnich o Berlín, no tenían aquella «elegancia» o posibilidades. Ellos no se codeaban con Can, Faust, Cluster o los Amon Düül, e imagino que tampoco tenían acceso a las novedades de la vanguardia internacional o los equipos más actualizados, pero eso también los hace únicos. Es un proyecto más ‘sencillo’, con ciertos encantos rurales, como se nota en Tanz mit dem Mond «Baila con la luna», una excelente conclusión para el gran Lado A.

La única foto en internet del grupo

La otra mitad del disco comienza más pobre, con Mutter Erde, «Madre Tierra», pero vuelven a estar en sintonía con Welt im Dunkel, «Mundo en oscuridad», pero lo más destacable es el épico cierre GÄA.

Siento una vibra similar a lo que me transmiten varias bandas de la escena progresiva italiana, pero no respecto a que suenen parecidos, sino a la cantidad de ideas que metieron en un disco. Pronto, cuando escriba sobre esos grupos, verán una tendencia similar: lo dejaron todo en ese LP y sabían que sería su único registro. Mientras que la mayoría hace un debut muy comercial, con tal vez una o dos canciones experimentales en el lado B, estos chicos jamás consideraron hacer algún guiño hacia lo pop. Amor por el arte en su máxima expresión.

Esta es una pieza perdida en la historia del Krautrock, no muy escuchada siquiera por algunos de los fanático de aquella escena, pero con un encanto atrapante. Su primera edición esta valuada en aproximadamente 2000 euros, pero dado que no hay ninguno a la venta, podría salir incluso más. 19 años después tuvo su primer lanzamiento en CD por Ohrwaschl Records.

La parte de atrás de la re-edición por Garden of Delights

MEDIO SIGLO ATRÁS: ITALIA REVOLUCIONA EL PROGRESIVO

Dos discos que van a obsesionar a todo fanático del género

Italia, un país fascinante a nivel cultural, donde pudo convivir el arte más bello y elaborado con la constante tutela de la iglesia católica. Este lugar atravesó durante el siglo XX casi 20 años de guerra civil, los denominados «años de plomo». En medio de aquel caos, con la extrema derecha e izquierda tiroteándose en las calles, surgía un exquisito movimiento: el rock progresivo italiano. Similar, aunque a su vez muy diferente a las otras ramas del género en el resto del planeta.

De todos modos, durante los ‘60 y ‘70 no se lo llamaba así en Italia, sino que era conocido como «música pop». Aquel término remite estrictamente a abreviar popular, ya que a pesar de que parezca sorprendente, fue algo escuchado en gran escala por el pueblo italiano. Se llegó a decir que todo músico de allí grabó al menos una canción progresiva durante ese periodo, incluso quienes no formaban parte del rock. ¿Dónde están sus orígenes? En palabras de una de sus grandes figuras, Aldo Tagliapietra, bajista y cantante de Le Orme: “El rock progresivo era tocado por músicos que salían de los conservatorios de música clásica pero con pelo largo e instrumentos electrónicos. Ellos salían del conservatorio en búsqueda de espacios de creatividad y expresión”. Vaya que los encontraron en este fascinante estilo.

Banco del Mutuo Soccorso – Darwin!

Hoy en día la teoría de la evolución ha sido naturalizada y aceptada, pero no era así en el contexto de una Italia religiosa en 1972. En aquel entonces, se lo podía llamar un concepto contrahegemónico. Siendo así… ¿Qué cosa más brillante y «progresiva» que hacer una obra conceptual alrededor de la evolución? Este es el probablemente punto más alto en la carrera de Banco del Mutuo Soccorso. Con grandes secciones instrumentales y una exquisita guitarra, es una escucha dinámica y profunda.  De todos modos, algunos de sus rasgos más distintivos están en el piano y en la voz (la cual coquetea con lo operístico).

El LP arranca con una frase fascinante: “Prova, prova a pensare un po’ diverso, Niente da grandi dei fu fabbricato, ma il creato s’è creato da se, cellule fibre energia e calore” Esto vendría a ser: “Intenta pensar un poco diferente, nada fue creado por grandes dioses, pero la creación fue creada por sí misma, células, fibras, energía y calor”. Curiosamente, al escuchar esas palabras podemos hacer un paralelismo con su completo opuesto, las primeras palabras en el disco La Biblia (1971) por los argentinos Vox Dei: “Cuando todo era nada, era nada el principio / Él era el Principio, y de la noche hizo luz / Y fue el Cielo, y esto que está aquí”. Tan distintos, pero tan parecidos.

De todos modos, no hay que confundirse, el LP está lejos de ser meramente un tratado científico, sino más bien una reflexión sobre las emociones y la consciencia humana. Esto está bien representado en el concepto de ‘750 mille anni fa … L’amore?’ (Hace 750 mil años… ¿Amor?). Aquí reflexiona sobre un primate y sus primeros contactos con la noción del «amor», etapa fundamental de la evolución que tuvo el ser humano.

Una de las más interesantes obras conceptuales, bautizada en referencia a Charles Darwin y con infinitas cosas por descubrir.

Premiata Forneria Marconi – Per un amico

A diferencia de otros lugares del mundo, donde el progresivo en sus versiones sinfónicas parecería ser rock con elementos de clásico, en Italia hay casos en que se podría decir lo opuesto: música clásica con elementos del rock. La cita de Tagliapietra al comienzo de la nota podría explicar por qué es así, pero queda más claro escuchando los álbumes. Per un Amico (1972) es el segundo lanzamiento de Premiata Forneria Marconi, uno de los proyectos más famosos del género, donde en la primera canción, ‘Appena un po’’, queda claro cómo plantean su abordaje.

Las preciosas teclas del clavecín y el piano conectan con la relajada voz. La fina guitarra, el excelente uso de sintetizadores y una percusión con la precisión de un reloj suizo. Es exquisita la manera en que las diferentes partes se combinan, creando una pieza íntegra. Aquí no escasean los cambios de tiempo, a lo que se podría hacer un paralelismo metafórico con las calles en aquellos tiempos. Los lapsos de paz son a veces quebrados por «momentos de ataque», donde la banda saca su lado más potente.

A pesar de ser lanzado el mismo año que su debut, comienzan a demostrar mayor profesionalismo que en Storia di un Minuto (1972). La complejidad abunda, con pasajes que se sienten muy lejos de la libertad que tiene la improvisación, sino que parecerían correr a gran velocidad por un laberinto, sabiendo exactamente en qué direcciones girar en todo momento. Enormes partituras interpretadas a la perfección.

Para concluir es pertinente destacar que esta escena no fue algo aislado o ignorado por los protagonistas a nivel mundial, al contrario, fue muy admirada. Músicos como Peter Gabriel de Genesis, Steven Wilson (Porcupine Tree) y Peter Hammill (Van der Graaf Generator) han destacado su admiración e inspiración por estos conjuntos italianos. Además, es fascinante ver que no se trata solamente de las dos bandas incluidas en esta entrada, en realidad hay incontables más. Artistas sin nada que envidiarle al legendario movimiento progresivo inglés.

MEDIO SIGLO ATRÁS: EL FIN DE ALMENDRA ¿BENDICIÓN INESPERADA?

La aparición de tres bandas que dieron inicio a una nueva época en el país

La primera edición 2022 de Medio Siglo Atrás nos lleva a 1972, con el comienzo de lo que muchos llaman «la era más prolífica del rock nacional». Hoy vamos a explorar tres bandas que aparecieron ese año e impactaron la escena a su manera, cada una de ellas formada por ex miembros de Almendra.

Color Humano – Color Humano

El final de dicha banda representó un enorme quiebre, bastante mayor a la disolución de Los Gatos y Manal, pero nadie habría imaginado las maravillas que surgirían a partir de eso… solo su guitarrista, Edelmiro Molinari: “pienso que nosotros no nos vamos a separar, pienso que nos dividimos, nos multiplicamos, yo creo que va a haber más música”. El pronóstico no podía estar más acertado, de una banda que solo tenía dos discos, aparecieron tres que lanzaron 10.

Por su parte, él creó Color Humano, junto a David Lebón y Rinaldo Rafanelli, uno de los principales grupos psicodélicos de la región. Curiosamente, Lebón, futuro guitarrista de Serú Girán, toca la batería en la mitad del álbum, ya que durante las grabaciones recibe la oferta de tocar el bajo con Pescado Rabioso, por lo que abandona la banda. De aquellas últimas sesiones se encarga Rodolfo García, ex baterista de Almendra.

Este primer lanzamiento tiene grandes dejos de blues y folclore, como también uno de los «himnos» de la época: ‘Larga vida al sol’, la cual musicaliza a la perfección la película Hasta que se ponga el Sol (1973). 

Pescado Rabioso – Desatormentándonos

Por su parte, Luis Alberto Spinetta reclutó a Black Amaya, Osvaldo “Bocón” Frascino y Carlos Cutaia, con quienes dio vida a Pescado Rabioso. Contado por sus propios intérpretes, Spinetta buscó explorar una dirección más pesada, influenciado por bandas como Led Zeppelin, Deep Purple y Pappo’s Blues

Curiosamente, la primera canción es 100% antagónica a la de su anterior banda, ya que el ‘Blues de Cris’ gira en torno a su separación de Cristina Bustamante, quien había inspirado ‘Muchacha Ojos de Papel’. Saltó de una delicada y relajada composición, donde le pedía “quédate hasta el alba”, a estar “cansado de gritar con Cris” y pensar que “sus ojos al final olvidaré. Se ve que el papel no es eterno. 

De este frenético blues pasa a la «zapada» de ‘El jardinero (Temprano amaneció)’, con una sonoridad similar a la mayoría del LP, un blues psicodélico con mucho lugar a la improvisación. Los dos tracks que más se distinguen son ‘Serpiente (Viaja por la sal)’, con el órgano como base y un vuelo similar a lo que vendría en los discos siguientes; como también la delicada, relajada y apasionante ‘Dulce 3 nocturno’, una composición en conjunto a Frascino, quien canta unas líneas misteriosas. Él dejaría la banda y sería reemplazado por David Lebón, llevando a que dos de los tres miembros de Pappo’s Blues Vol 1 (1971) integren el proyecto (el otro es el baterista, Black Amaya).

Aquelarre – Aquelarre 

Por último, la sección rítmica de Almendra, Emilio Del Guercio y Rodolfo García, forman un grupo acompañados por Héctor Starc y Hugo González Neira. Combinando rasgos característicos de las otras bandas, Aquelarre coquetea con el progresivo, con tintes de hard rock en la guitarra, pero también dulzura y delicadeza en la voz de Del Guercio.

Probablemente el disco más variado de los tres que estamos explorando, comienzan con la potente ‘Canto desde el fondo de las ruinas’, uno de los más grandes clásicos del grupo. Aquél ritmo frenético también se vive en la apasionante ‘Aventura en el árbol’, pero también se permiten bellos momentos acústicos en otras canciones. Hablando con Héctor Starc, nos comenta que: “El primero [álbum] me parece el más interesante de todos porque es el que más demuestra lo que era el grupo. Así es como sonaba Aquelarre”. Casi sin sumarle pistas a las grabaciones y con los mismos instrumentos que utilizaban en sus presentaciones, tener esto en mente nos hace preguntarnos lo increíble que sonarían sobre los escenarios.

Para concluir es interesante destacar que cierran el LP con una excelente improvisación titulada ‘Movimiento’, algo muy diferente a lo que usualmente encontrás en un disco de rock nacional. Este tipo de versatilidad los coloca más cercanos a un grupo de jazz fusión que a un proyecto de rock convencional. 

Es increíble pensar que con la separación de uno de los más grandes emblemas del país, podrían aparecer tres nuevos universos sonoros. Las Almendras se multiplicaron. 

MEDIO SIGLO ATRÁS: EL JAZZ Y EL ROCK SE FUSIONAN

Algunos vinilos que cambiaron la música

Los límites son imposiciones que los vanguardistas quieren derribar, algo que se ha visto a lo largo de todas las décadas. Durante muchos años se ha considerado que el jazz y el rock van por caminos separados, e incluso es una postura que se mantiene en menor medida hoy en día, pero estos tres discos dicen todo lo contrario. En esta edición nos sumergimos en algunas fusiones que innovaron las formas de entender  estos géneros.

Miles Davis – A Tribute to Jack Johnson

Una de las figuras creativas más influyentes del siglo XX, Miles Davis, ha impactado enormemente en las diferentes transiciones que tomó el jazz, con un rol basal para el desarrollo de subgéneros como el cool, modal, post bop y hard bop. En su amplia discografía yacen numerosas obras que los musicólogos suelen incluir entre los mejores álbumes que se han grabado, desde el famoso Kind of Blue (1959) hasta Bitches Brew (1969), pasando por Milestones (1958), In a Silent Way (1970) y On the Corner (1972).

En 1971 lanzó A Tribute to Jack Johnson, banda sonora para un documental del mismo nombre (1970), también conocido como Breaking Barriers. La película cuenta la historia del primer campeón afroamericano de boxeo peso pesado y  fue nominada al Oscar; pero hoy en día es principalmente recordada por su música. Esta consiste de dos canciones de aproximadamente 25 minutos, donde el trompetista es acompañado por los guitarristas  John McLaughlin y Sonny Sharrock, los tecladistas Herbie Hancock y Chick Corea; e incluso Jack DeJohnette y Billy Cobham, entre otros. Con esta alineación muy moderna para la época, juntos encaran un LP que logra naturalizar la mezcla del funk, jazz y rock, donde cada instrumento se turna el protagonismo, logrando una cohesión atípica que suena contemporánea a pesar de que fue grabada hace 50 años.

The Mahavishnu Orchestra With John McLaughlin – The Inner Mounting Flame

Le sigue otro proyecto con la presencia de McLaughlin y Cobham, el debut de la Mahavishnu Orchestra, un punto de encuentro para las ideas del progresivo y la complejidad del jazz experimental. Si estás familiarizado con King Crimson, probablemente sientas reminiscencias a trabajos posteriores como Larks’ Tongues in Aspic (1973) y Red (1974), los cuales tomaron bastantes elementos de lo que presenta la Mahavishnu.

Desde el lado performativo, es prácticamente perfecto, con virtuosismo y un carácter fluctuante. Jan Hammer se luce en los teclados, mientras que Jerry Goodman le da un toque distintivo con su violín, lo que logra distinguirlos del resto de sus contemporáneos. Si creés que los híbridos son aburridos, deja sonar este disco con el volumen alto; concéntrate en este viaje, donde ya desde la primera canción vas a entender de qué se trata.

Samurai  – Samurai 

Para concluir este recorrido pasamos a Samurai, banda inglesa que solamente lanzó este vinilo en 1971. Sus raíces se encuentran en el sonido Canterbury, la compleja psicodelia con aspectos «jazzeros», pero a pesar de tener similitudes con Soft Machine y principalmente Caravan, se caracterizan por su particularidad.

Las pretensiones de encasillar en estilos se complejiza con la variedad musical presente, donde reinan vibras relajantes, con tranquila percusión y un brillante uso de los instrumentos de viento; aunque también da lugar a momentos más progresivos y fuertes. A diferencia de aquellos músicos quienes constantemente buscaban exponer su virtuosismo, Samurai se decide en focalizar principalmente en crear bellas canciones. Un álbum muy poco conocido que merece una atenta escucha.

MEDIO SIGLO ATRÁS: TRES PERLAS ESCONDIDAS EN EUROPA

Exploramos tres rincones de Europa, donde empujaron los límites de la música

En esta edición nos sumergimos en álbumes muy diferentes, los cuales nos hacen entender que no solo existía la escena inglesa y estadounidense. Dos de ellos están muy inspirados en el rock progresivo, pero trabajado a través de otros filtros; mientras que la siguiente obra es diferente a todo lo de ese entonces. 

Can – Tago Mago

Can es gran referente del krautrock, un movimiento alemán que revolucionó al mundo, distanciándose de las influencias anglas para encarar nuevos modos creativos. A pesar de la gran calidad de sus intérpretes, la mayoría fueron ignorados durante su época, recibiendo reconocimiento décadas más tarde.

En el caso de este grupo oriundo de Colonia, en ese entonces se encontraban en su auge, liderados por el vocalista japonés Damo Suzuki, quien fue catalizador para que liberen su creatividad y crearan canciones que parecen por lo menos 20 años adelantadas a su tiempo. Los ritmos atípicos de la percusión, una zapada absoluta y una producción que crea un universo dentro del LP: este es indudablemente un disco incomparable. Uno de los diez álbumes preferidos de John Lydon, mejor conocido como Johnny Rotten (líder de los Sex Pistols).

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Le Orme – Collage

En Italia durante los años ‘70 el rock progresivo invadió todo ámbito artístico, pero sus orígenes son bastante particulares. En palabras de uno de sus protagonistas, Aldo Tagliapietra, bajista y cantante de Le Orme: “El rock progresivo era tocado por los músicos que salían de los conservatorios de música clásica, pero con pelo largo e instrumentos electrónicos. Ellos buscaban espacios de creatividad y expresión, se habían cansado del boom que fue a finales de los ‘60 la música country y el blues, que fue lo que dio origen al rock. […] Querían ir en otra dirección, entonces comenzaron a tomar influencias del jazz”. 

Musicalmente, esta corriente es bastante difícil de definir porque hay abordajes muy diversos, pero generalmente vamos a encontrar una relación muy fuerte del clásico. Hay casos donde directamente es clásico con algunos elementos de rock, y Le Orme ha tenido momentos de ese tipo. En Collage (1971) la banda se distancia de sus orígenes beat, entrando en la esfera del rock progresivo y pasan a marcar una base para (en ese entonces) la emergente escena.

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Junipher Greene – Friendship

Intenta entender, sabemos que vos podes”. Así decía el primer estribillo de los noruegos Junipher Greene en su disco debut, un doble LP donde se fusionan una gran variedad de géneros. Lo más notorio es el rock progresivo, el cual podemos asociar en primera instancia con Jethro Tull, dada la presencia de flauta y el estilo de guitarra. Pero a lo largo de los minutos se incorporan jazz rock, psicodelia, hard rock e incluso folk rock.

Su primer LP es más bien un conjunto de canciones, mientras que el segundo está configurado como una obra conceptual, por lo menos desde lo musical. Por un lado, con tres tracks que nos aclimatan a lo que luego es ‘Friendship’, una majestuosa suite de 20 minutos. Esta es una perla del rock progresivo, pasada por alto por la mayoría de sus más acérrimos seguidores. 

Escuchalo aquí

Entrevista a Steve Hackett: La música, las diferencias entre YES y Genesis, el Blues y mucho más.

Aquí podrán leer mi entrevista con Steve Hackett, un virtuoso guitarrista aclamado por sus años en Genesis.

Aquí hacemos un recorrido por sus concepciones de la música, los modos de componer, YES y Genesis, el Blues y mucho más…

En el día de hoy quiero compartirles la charla que tuve con Steve Hackett, una de las más grandes figuras del Rock Progresivo.

Principalmente reconocido debido a su paso por Genesis, donde logró elevar la banda a su punto más alto (y con cuya partida comenzó una notoria debacle en el grupo), él también formó parte del GTR, Quiet World y de un proyecto con Chris Squire: Squackett.

Desde el año 1975 ha encarado una prolífica carrera solista con más de 30 discos, sumados a sus 6 discos de estudio con Genesis (hasta el año 1977). Esta nota fue realizada en el año 2019 con un enfoque en su gran disco de dicho año: At the Edge of Light.
A continuación, la transcripción de la charla entre Steve Hackett y Agustín Riestra:


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[A modo de contextualizar, Steve me había dado su número de teléfono con un pequeño error, razón por la cual él comienza la charla disculpándose al respecto]

  • Mil perdones por el problema con los números, pero ahora por fin podemos hablar.

No hay ningún problema, no te preocupes. Muchas gracias por permitirme llamarte Steve, esto es un sueño para mí.

  • Gracias a vos.

Bueno, en primer lugar, quiero decirte que estoy escuchando tu música desde que era un niño. Vos fuiste una enorme influencia en el desarrollo de mi pasión por la música, así que quería agradecerte por tu extensa carrera y tu creatividad a lo largo de las décadas.

  • Oh, muchísimas gracias. Sabes, la música ha sido siempre una pasión para mí. A veces tenés que pelear un poco con ella, pero te devuelve mucho más de lo que podrías imaginar cuando empezas.

Me imagino que a veces debe ser difícil, pero a la larga debe ser hermoso, especialmente cuando se logra lanzar tanto material como lo has hecho vos.

  • Estoy muy orgulloso de eso, y a veces incluso me olvido de algunas cosas que he hecho. Hace unos meses tomé dos cruceros, y recuerdo que en una noche estaba sonando una orquesta. Sonaba una canción y le digo a mi esposa: “Debería hacer algo así”, a lo que ella me responde: “bueno, esa es en realidad una canción tuya”.
    A veces literalmente no reconozco algunas de mis canciones, pero es una bella sensación cuando no escuchas el comienzo de la melodía, pero sí a lo que sigue; es un momento en el que estás escuchando de la forma en que el público oye tu música. De repente incluso tu propia música puede ser sorprendente.

Eso demuestra dos cosas. En primer lugar, la cantidad de música que has creado, al punto que tal vez no reconozcas tus canciones.

  • Totalmente, es así.

Y, en segundo lugar, remarca la calidad de tu música. Porque incluso cuando no llegaste a captar el comienzo de la melodía y desconoces que es algo tuyo, te termina encantando y motivando.

  • Exactamente, y veo que ese es el caso en cada ocasión que he trabajado con orquestas. A veces escucho esas grabaciones y quedó muy sorprendido. Yo sé que la mayoría me conoce como un guitarrista, pero a veces la música que más disfruto hacer no es cuando toco, sino que cuando doy pie a que se desarrolle.

Es una interesante forma de verlo, dar pie al desarrollo. Si alguien te escucha con atención, notará que hay muchos fragmentos instrumentales donde la guitarra no está sonando por encima, tal vez incluso es solo el uso de una acústica al fondo. Eso demuestra tu capacidad como compositor, permitiendo que tome ciertos caminos sin que lo que estés tocando sea lo principal.

  • Precisamente, yo creo que puede ser una limitación cuando constantemente buscas ser lo que sobresalta. Si te obsesionas con la idea de tocar en forma épica, eso se convierte en una limitación. Creo que todos aspiramos a ser compositores, a veces lo logramos, pero es una misión que toma toda la vida… desde aquí hasta el infinito.

Se nota que esta es una búsqueda eterna, y honestamente, te ha ido muy bien en esta tarea. Quisiera remarcar que venís en una sucesión de discos excelentes por más de 10 años: Out of the Tunnel’s Mouth (2009), Beyond the Shrouded Horizon (2011), Genesis Revisited II (2012), Wolflight (2015), The Night Siren (2017), y ahora, At the Edge of Light (2019).

¿Qué me podés contar de tu último disco?

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  • Ha sido un disco muy satisfactorio para mí, he hecho muchos álbumes pero aun así, este se siente especial. Puedo escucharlo de la misma forma en la que escucho a otros músicos, está lleno de sorpresas y tiene una fuerte energía constante.
    No he usado mucho la guitarra acústica, en cierta forma intenté mantener el ritmo alto, buscando que sea escuchado como un viaje, o tal vez un organismo vivo… estaba buscando plenitud… un álbum de Rock completamente orquestado, donde la orquesta no fuera añadida después, o como algo ajeno a la banda, sino que fuese integral a la pieza.
    Hubo épocas en las que escuché mucha música clásica, prestándole atención a otros instrumentos. Eso me llevó a fascinarme con prácticamente todos los instrumentos, porque si encontrás la manera adecuada para usarlos, ellos pueden adaptarse para incontables cosas. Estoy consciente de que me encuentro en un lugar privilegiado, con la posibilidad de trabajar junto a muchísimos amigos, pero hay muchísimas otras cosas que me encantaría hacer; otros instrumentos que me encantaría y espero poder usar en mi música, llevando las cosas aún más lejos.
    Tenés que pensar en el propósito de tu música, para que ha sido diseñada. ¿Para un público? ¿Para ser un single exitoso? ¿O está diseñando para ser el soundtrack de una película? Incluso puede ser un film imaginario para las orejas, en lugar de los ojos.
    He notado que me influenciaron mucho los Soundtracks y las historias. En el mundo de la música clásica existe lo que llaman Program Music, lo cual considero que es la manera en la que el mundo Progresivo cuenta historias. Me parece que ayuda mucho tener algo visual en tu mente cuando intentas desarrollar una idea. Tal vez lo visual puede ser simplemente un paisaje, pero entonces comienzas a imaginar… ¿Dónde es este paisaje? ¿Para llegar hay que viajar en una máquina del tiempo? ¿Habrá una estadía para turistas intergalácticos en este lugar? Tal vez lo convertís en un híbrido de todo esto, la colisión de diferentes escuelas del pensamiento con diferentes géneros. Yo soy un adicto a todos los géneros, amo la idea de mezclar diferentes estilos dentro de la misma canción; no es fácil lograrlo, toma mucho tiempo hacerlo correctamente, tanto tiempo en el mundo de los sueños como en el mundo consciente.
    A veces me despierto en el medio de la noche y comienzo a escribir, estoy loco. Incluso anoche me desperté a las 4 de la mañana y me quedé casi dos horas escribiendo. Terminé exhausto y volví a la cama.

Wow [risas], que hermoso tener esta creatividad insaciable, despertarse en la madrugada con tantas ideas volando en tu cabeza, plasmándolas durante horas. Es poético.

  • ¡Es algo que se tiene que hacer! Si tengo una idea medianamente decente, no puedo recostarme y seguir durmiendo. Entonces me levanto y me pongo a escribir. Suelo trabajar solamente en papel, me puedo manejar de esa forma, pero es una gran ayuda tener un instrumento a mano, especialmente si busco crear armonías sorprendentes.4877bd7ff2b44912cc28e993ceb099dc

Quisiera destacar algunos de los conceptos que dijiste recién. En primer lugar, la idea de un paisaje. A veces siento eso mirando las portadas de tus discos, parecen un pantallazo del mundo que aguarda en el disco.

  • Es que en algunas ocasiones lo son, el arte de tapa está ligado a las imágenes en las que estuve pensando cuando cree el disco.

Y a su vez quisiera charlar de algo que dijiste antes, respecto a tocar tu guitarra al fondo y permitir que la música fluya. He notado que trabajaste eso en algunos momentos de tu último disco, como también la idea de mezclar diferentes géneros en una canción; por ejemplo, en Those Golden Wings. Comienza con una preciosa orquesta y luego fluye hacia una dirección de Prog Rock, pero en el medio transita preciosas melodías que no sabría en qué género catalogar.
Las letras también podría ligarlas al concepto de Program Music, donde cuentan una historia con la música como principal conductor. Poder lograr estas cosas requiere de una gran juicio y edición de tu propio trabajo.

  • Estas en lo correcto, ese fue un muy buen ejemplo. Sabes, a veces surge la idea de utilizar estilos con contrastes abruptos, pero es un desafío justificar el uso de estas cosas. A veces lo trabajas gradualmente, pero en otras ocasiones puede usarse como un fuerte shock al oyente, podés decidir cambiar la dinámica o incluso cambiar enteramente de banda o músicos.
    Creo que en general el desafío es intentar lograr un puente o sección atmosférica, para que las cosas fluyan de una a otra. Una vez que decidís que vas a intentar hacer, es entonces que podés comenzar a pensar en formas de mezclar algo orquestal o coral, con algo que parece Rock básico en contraste. Algunos dirán que a veces añado demasiadas cosas que están fuera del Rock, pero me gustaría cambiar esas concepciones del Rock; cambiar la idea que tienen las personas respecto a que les gusta y que no les gusta, y en última instancia, no buscar sacarles sus prejuicios, sino que tratar de sacar los míos.
    En el fondo no se trata del género, sino que de los detalles. Últimamente tengo una idea en mente, y es que todas las expresiones artísticas son una misión de rescate. La gran diferencia entre un demo desprolijo y lo que suena como un gran arreglo es la atención que prestamos a los detalles, y viéndolo de esta forma, podés cambiar todo de infinitas formas. Tal vez tenés una canción que parece un garabato, pero cuando la terminaste, se ha convertido en una pieza muy buena y compleja. Nada existe de forma aislada, tal y como las personas y su relación con los otros, nosotros obtenemos nuestro valor a partir de nuestra relación con los demás; bueno, lo mismo sucede en la música. Yo los veo como personajes con vida propia, pero que necesitan la compañía y el contexto adecuado para poder desarrollarse correctamente.
    Y sabes, estas cosas son continuas… conversaciones retóricas que tengo constantemente, como todos nosotros. Necesitamos algo mejor, no algo meramente típico, pero la música comienza de forma típica… hasta que le cambiamos algo. Entonces comienza un progreso gradual. Es fascinante cuando sale a la perfección al primer intento, como la Inmaculada Concepción, pero la gran mayoría de las veces requiere que seamos despiadados, que borremos cosas que no funcionan. Creo que no sirve de nada creer que hay cosas sagradas, todo es prescindible para el bien mayor.

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    Genesis

Estoy completamente de acuerdo con lo que decís, y también creo que es en los detalles donde uno eleva una pieza. Mientras decías esto, vino a mi mente el Blues, algo donde la diferencia entre dos canciones es a veces mínima, pero nuestra percepción es completamente diferente, y eso se debe a los pequeños detalles.

  • Si, es así. El Blues es en cierto modo algo muy basado en la performance, por lo que todo debe salir bien, porque en la base del Blues yo creo que se minimiza la armonía, se encuentra más cercano a la música hindú en ese sentido. El enfoque no pasa por los acordes, sino que se trata de la pasión y del sonido, ser capaz de sentir esas notas sin el beneficio de tener muchas relaciones entre instrumentos. En la noche correcta con los músicos adecuados, un trío de Blues puede sonar fantástico.
    El Blues es muy interesante, porque contradice todo lo que hemos trabajado en los otros géneros, donde cuanto más sabes de música, mayor capacidad y fluidez logras. Me podrías decir: “el blues no es para vos, sabes demasiado y esta es una forma primitiva”, pero de algún modo, terminas metiéndote en la mentalidad de la bestia, sumergiéndote en la calidad elemental y su minimalismo.
    Debe haber tristeza y debe haber enojo, entonces el blues puede gritar, puede funcionar y ser algo que se apodera de vos. Yo sé que fue muy importante en mi juventud, cuando atravesaba las agonías que todos los adolescentes enfrentamos. El Blues tuvo enorme relevancia en mí.

Hay una famosa cita que vos usaste para tu disco de 1994, la cual creo que describe el Blues a la perfección: Blues is a Feeling.
Creo que tanto esa frase como esa canción demuestran de lo que se trata el Blues.

  • Si bien recuerdo, esa canción era originalmente de Little Walter, uno de los artistas más importantes del Blues. Creo que él fue el primer aclamado armoniquista amplificado; si bien recuerdo él decía estar cansado de que los guitarristas se llevaran la atención. Y así logró que con un amplificador este diminuto instrumento se convierta en algo enorme. Walter era un músico muy inteligente, y algo que muchos no conocen es que comencé con la armónica 10 años antes que la guitarra.
    La armónica tiene algo muy íntimo como también expresivo, fue muy importante para mí. Yo la heredé de mi padre, quien tocaba muchísimos instrumentos, y me pasó su amor por ella. Él fue mi primera influencia musical, un hombre muy inteligente con la capacidad de tocar diferentes instrumentos de forma recreativa, lo hacía para divertirse. Su verdadera pasión y eventualmente profesión fue la pintura, lo hacía desde muy joven, se la pasaba dibujando y coloreando. En este momento estoy mirando una foto suya, cuando fue reclutado para servir en el ejército. Fue llevado a Palestina como parte de las fuerzas del mantenimiento de la paz (Peacekeeping forces) luego de que terminó la guerra. El fue suertudo en perderse la Segunda Guerra Mundial, pero de todos modos, estaba en Palestina, donde había una situación muy tensa luego de que explotó una bomba. Todavía había enfrentamientos armados, por lo que me imagino que habrá sido un momento muy difícil.
    El mundo ha seguido su camino, no siempre para mejor, pero uno aspira por la igualdad y la democracia en cada rincón del planeta; pero no todos los lugares tienen ese privilegio.

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    Little Walter y James Cotton, dos figuras fundamentales de la armónica.

Es algo que todos buscamos, pero que lamentablemente escasea en una enorme parte del planeta.

  • Sin dudas

Ahora quería preguntarte algo que me ha generado enorme curiosidad por muchos años. En los créditos del disco de Genesis “The Lamb Lies Down on Broadway” aparece: Brian Eno y como instrumento o labor: “Enosification” (Enosificación vendría a ser en español). ¿Cómo sucedió esto y que fue lo que hizo?

  • Básicamente, Brian Eno se quedó un día con nosotros, sugiriendo cosas y probar equipos suyos. Algunas de estas máquinas solo él las tenía, otras eran un poco más estándar. Pero en cierto modo, él fue una bocanada de aire fresco, porque cuando escuchas la versión final de una canción, hay muchísimas formas en las que puede sonar diferente a lo que pensabas como la “versión final”. La forma en que lo cortas, como lo masterizamos y por supuesto, sus palabras en ese entonces fueron proféticas. Ahora podemos alterar el sonido al punto en que, durante cada una de las partes del proceso, nosotros podemos cambiar la batería de sonar pequeña a algo gigante; podemos cambiar las voces, distorsionar los instrumentos e incluso el mix tiene una infinidad de posibilidades.
    El arte de comprimirlo o de darle una diferente atmósfera… ahora cuando una canción parece terminada, todavía puedes alternarla de innumerables formas, y esto se remite a lo que hablamos antes, los detalles.
    Yo creo que cuando uno comienza suele pensar: “Mmm, tal vez puede ser un poquito diferente, pero no quiero que sea algo muy complicado, no quiero molestar a mis compañeros”, pero algo que descubrí es que lo mejor es ser selectivo y demandante; si aciertas, vas a lograr que la gente te respete por ello. Yo tengo un pequeño lema que se confirma una y otra vez: Tenés que estar preparado para no ser popular, si querés ser popular. A veces tenés que decirles cosas un poco incomodas a la gente, pero si el interés por la música está en tu corazón, y no es simplemente un tema de egos; si realmente hay una visión… entonces le debes a la música llevar a cabo esa visión. Pero por supuesto, debes escuchar a tus colaboradores y ser receptivo a las ideas, porque ellos tal vez piensen en algo que vos jamás te habrías imaginado. Tener una asociación de compositores puede ser algo muy beneficioso, diría que dos son siempre mejor que uno.

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Brian Eno y Harmonia. Figuras fundamentales en cambiar la música del siglo XX.

Me dejaste pensando con esa frase, tenés que estar preparado para no ser popular, si querés ser popular, y creo que aplica aún más allá. A veces debes mantenerte un poco impopular si buscas seguir el camino correcto en tu carrera, ya que muchos productores y discográficas quieren a veces meter a los artistas en la nueva tendencia. O también sucede que hay artistas que fueron muy populares en una época, comienzan a tener discos con pocas ventas y deciden dejar de grabar. Son muchos los grandes de los 70’s y 80’s, quienes tal vez no lanzan 5 discos desde hace más de 25 años. Yo creo que la música debería exceder la popularidad, debería ser una búsqueda que se mantenga en el tiempo.

  • He notado que ese es el caso para muchos, quienes se hacen más viejos y se acercan cada vez más al retiro, pero yo no quiero hacer concesiones a mi edad, yo creo que la música no tiene edad y requiere que todos nosotros busquemos algo que sea eterno. No tengo problemas con la música popular por sí misma, muchas cosas increíbles han surgido a través de ella. Una obra maestra no tiene que ser extremadamente larga y compleja, he escuchado muchas de tan solo 2 minutos.
    Muchas personas creen que la música Pop es una porquería y que apela a los mínimos comunes denominadores, pero a pesar de las concesiones que suelen hacer en el rubro, podes crear hermosas y pegajosas melodías.

Sin dudas que hay cosas hermosas en el Pop, las cuales no necesariamente tienen la intención de buscar una dirección compleja. Hay una enorme cantidad de Pop en los 50’s y 60’s que es precioso.

  • Y esto no solo aplica a la música Pop, todos los géneros lo tienen. Todo estilo puede emocionar o alejar a la gente, como también casi todos tienen convenciones que muchos repiten.

Algo que me gustaría aclarar, en caso de que no se entendió, es que yo antes me refería a los artistas que prácticamente dejan de hacer música. Desconozco si se debe a falta de creatividad o popularidad, pero creo que será una de ellas.
Adoro cuando un artista lanza una seguidilla de discos a pesar de no vender números gigantes, que sigan deseando hacer música y encontrar lo que están buscando; seguir en esta eterna búsqueda.

  • Yo siempre he tenido esta sensación de querer mejorar. Yo pienso que siempre hay lugar para crecer, y he conocido a muchas personas en el negocio quienes tienen mucha seguridad en lo que hacen, pero me alegra no tener que seguir trabajando con ellos. Sospecho de quienes creen que la música es algo sencillo, porque yo la veo como algo eterno y que necesita una constante introspección. Es una búsqueda donde hay que develar muchos misterios.
    Yo no te podría decir cómo escribir una canción, ni como escribo mis canciones, porque los procesos que atravieso son de una constante aceptación y rechazo. Innumerables cambios, convirtiendo la pieza en algo único dentro de la personalidad que tiene la misma canción. Es como el rol de un actor, donde necesita encontrar a su personaje y sus motivaciones. Una canción que realmente funciona es algo completo dentro de sí mismo, un planeta aparte; y debemos que honrar eso.
    Hay algunas bandas o canciones donde encontrás que todos están en sintonía. Hay una concentración máxima y no erran ninguna nota, puedes sentir que la química está ahí, pero nadie sabe cuál es el elemento que logra eso; solo sabemos que la gente sigue volviendo a ellos con el pasar del tiempo. Un éxito de ese tipo excede la moda, no es simplemente la novedad, porque logra apelar a todas las edades y trascender en el tiempo.

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Genesis

Necesita tener ese algo que las palabras no pueden describir, algo que nos hace abrirnos y conectar con la música.

  • Eso mismo, generalmente viene acompañado de algo rítmico, lo cual debe parecer una locomotora, una fuerza imparable. Algunas canciones lo logran y es algo maravilloso para escuchar, o si tienes suerte, formar parte del equipo que lo está haciendo.
    Cada disco es un equipo, yo le recomiendo a las personas que a pesar de la tecnología y la posibilidad de hacer todo por tu cuenta, es importante interactuar con tus compañeros. Los ingenieros necesitan trabajar con los músicos, los músicos necesitan trabajar con los cantantes, los conductores con una orquesta.
    Cuando están tocando, todos necesitan tener los ojos y oídos abiertos en todo momento, para captar la atmósfera de lo que está sucediendo. Tal vez uno esté haciendo algo increíble al costado y nadie se molesta en grabarlo. Otro detalle muy importante es que apenas entran a la sesión, es fundamental que los ingenieros comiencen a grabar de inmediato, por si acaso. Sucede muy seguido que durante el calentamiento alguien toca algo extraordinario, pero cuando le pedís que lo repita, el 99% de las veces no recordará lo que acaba de hacer.
    Hay un ejemplo de esto que estamos hablando, y sucedió cuando estaba tocando con Chris Squire. Él estaba probando un bajo nuevo e hizo una línea que me pareció maravillosa. Le pedí si podía repetirla, le costó, pero pudo sacarla. Yo sabía que con eso podíamos hacer una canción, y así nació “Tall Ships”, un track del disco Squackett.
    Cuando algo de inmediato te suena atrapante, tenés que seguirlo para ver que podés lograr; a veces solo un pequeño fragmento puede ser la base de toda una canción. Aunque es claro que esto lo digo por arriba, porque ambos sabíamos el trabajo que iba a requerir convertirlo en una canción, pero esa línea de bajo fue el cimiento para construir esta canción. La base para este barco imaginario.

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    Steve Hackett y Chris Squire

Que maravillosa historia, y me pone muy contento que hayas visto el potencial de ese bajo. Me encanta ese disco, A Life Within A Day por Squackett. ¿Como se dio encarar este proyecto juntos?

  • Bueno, Chris me pidió que tocara en un álbum de canciones navideñas que estaba haciendo; pero yo ya lo conocía desde las épocas del GTR en Los Ángeles. Nos habíamos llevado muy bien, años más tarde me contactó porque necesitaba un guitarrista en este disco. El trabajo era urgente, tenía que realizar todas las partes de guitarra en el disco, por lo que estuve dos semanas como loco, intentando encontrar las notas correctas. Él quedó muy satisfecho con mi trabajo y se interesaba mucho en las ideas que proponía.
    Él era un hombre de Rickenbacker, por eso le compré uno de 6 cuerdas a mi primo, pero lo afiné de una forma en que sonaba como los pájaros, porque podías generar muchas armonías en ese instrumento. Le dije a Chris: “si vamos a hacer un disco navideño, debemos hacerlo bien festivo”.
    Durante estas grabaciones pasamos mucho tiempo juntos, nos divertimos y disfrutamos la compañía del otro. Por estas razones, al terminar de grabar le dije que prefería que no me pague, me gustaría que él me devuelva el favor y toque en un proyecto mío; él aceptó de inmediato.steve hackett chris squire 2
    Creo que YES no estaba haciendo mucho en ese momento, así que pasamos aún más tiempo juntos, compartiendo historias de veteranos. Me pareció una persona muy entretenida, muy proactiva y determinada. Era muy abierto a las ideas, pero de forma auténtica, veías que realmente se interesaba. Había momentos en los que me quedaba pensando: “yo escuchaba a este hombre antes de ser profesional, pero aquí está, prestando atención a cada idea que tengo”.
    En cuanto al favor, comenzamos a tocar material que tenía preparado para un nuevo disco, pero inmediatamente noté que esto merecía ser un proyecto aparte. Así fue que comenzamos a poner ideas sobre la mesa para el proyecto, comencé a sacar algunas canciones que no encajarían del todo y sumar nuevas; pero el proceso fue muy natural y orgánico. Trabajar con Chris me hizo notar la manera en la que YES tiende a trabajar, donde tal vez estemos tocando una canción y a alguno se le ocurre una variación, tal vez un par de notas. Entonces Chris decía: «arranquemos de nuevo con esa variación», entonces siempre probamos, variación, variación, variación y así; y si tenés esto en mente, lo vas a notar en la música de YES, porque podés ver que la canción sigue y hay variación de distintos miembros, imprimiéndose en su instrumento y la canción. Esto me pareció muy interesante, porque en Genesis nosotros enfocamos las ideas a su esencia, para que pudiera competir con las propuestas de los demás.
    Funcionaban de formas muy distintas, por lo que pude probar dos escuelas completamente distintas, YES y Genesis; dos modos igual de válidos para trabajar. De la manera en la que hacía música YES, todos tenían una voz en la banda; mientras que en Genesis generalmente cada canción tenía un rey del castillo. Por un lado, la democracia, y del otro lado teníamos a uno liderando el camino.

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Steve Hackett en el Reading Festival – 25 de agosto 1979.

¿Así se manejaban en Genesis?

  • Yo creo que en Genesis había una enorme competencia, tenías que justificar tus ideas y era un equipo muy difícil de satisfacer; pero era algo muy atrapante y desafiante en igual medida. Aunque a veces era incluso desalentador, porque había muchísimas grandes ideas que se dejaban de lado, pero algunas de ellas se presentarían más adelante. Era sabido que Genesis hacía eso constantemente, algunas canciones que rechazábamos, años más tarde se convertirían en hits.
    Todo tiene su tiempo, creo que cuando trabajas en el detalle de las cosas, eventualmente harás algo excepcional, pero vas a tener que quedarte dándole vueltas. Es como un escultor, que trabaja y trabaja, dudando si debe seguir con detalles o dejarlo como está; pero afortunadamente, en la música no vas perdiendo la roca, sino que tenes una esencia amorfa y carente de límites, donde a pesar de los cambios, la esencia se mantiene. Podés volver a lo anterior… o sumarle aún más detalles, hacerlo más rápido o más despacio, cortar o sumar, patearla como una pelota de fútbol… la música puede sobrevivir cualquier profanidad que le hagas, hasta que se convierta en algo sagrado que atesoramos.

Es maravilloso que uno pueda ir mutando tanto una canción, desarrollando de diversas formas.

  • No hay límites.

Me dejaste pensando con lo que me contaste de la competencia en Genesis. ¿Se mantuvo así incluso después de que Peter Gabriel dejó la banda?

  • Yo creo que en Genesis tenías que pelear mucho por las ideas en las que vos creías; la banda no solía ser muy responsiva a las ideas, pero constantemente me sorprendían con sus trabajos. Eso me llevaba a tener que trabajar muchísimo para satisfacerlos, pero, en primer lugar, satisfacerme a mí mismo. A veces, aunque yo no era un miembro original de la banda, alguno de ellos me decía: “eso que estás haciendo es lo más Genesis que escuche”, así que tal vez en esos últimos años yo era el más Genesis. Siempre me lo tomé como un cumplido.

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Genesis

Respecto a ser el miembro más Genesis de Genesis, yo quisiera remarcar que cuando tenía 14 años decidí comenzar a escuchar toda la discografía de Genesis. Yo ya estaba fascinado con algunos de tus discos y de la banda, pero quería descubrir la totalidad de la obra. No disfruté de From Genesis To Revelation, y Trespass tampoco me convenció; pero a partir de Nursery Cryme noté una evolución enorme. Ni hablar de Foxtrot, Selling England By The Pound y The Lamb Lies Down on Broadway. Luego note que Peter Gabriel dejó la banda, pero soy un enorme fan de tanto A Trick of the Tail como Wind & Wuthering; pero la banda dejó de convencerme a partir de eso. Fue entonces que note que lo que me gustaba de la banda se fue con vos.
Mientras que por otro lado, podemos encontrar algo maravilloso en discos de esas épocas, como Voyage of the Acolyte, Spectral Morning, Defector o Please Don’t Touch.
No suenan a Genesis, pero sí tienen cierta esencia de eso; y esto no se limita a tu forma de tocar la guitarra, porque volviendo a algo que dijiste al comienzo: no es solo tocar, sino que dejar a la banda fluir.

  • Muchas veces se trata del poder del silencio. Debemos que permitir que otros artistas se expresen y dar lugar para que la música respire. Todos debemos intentar sacar lo mejor de nuestros colaboradores, yo creo en esas cosas.
    Siendote sincero, algunos de los momentos que más he disfrutado no han sido tocando, sino que cuando escucho las maravillas que otros están haciendo.

De eso se debería tratar la música, sumar entre todos los que están creando. Por otro lado, quería felicitarte por tus últimos shows en Buenos Aires, fueron algo increíble.

  • Muchísimas gracias, lo pase maravilloso allá. Estoy muy ansioso de volver.

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    Steve Hackett junto a Nad Sylvan

Fue fascinante y no podemos esperar para volver a verte. Lo que fue una gran sorpresa es la calidad de Nad Sylvan como vocalista, es hipnotizante. ¿Planeas tenerlo en la banda para tus próximos tours?

  • Sin dudas, él ha crecido muchísimo y me encanta trabajar juntos. Yo siento que es el sucesor de lo que fueron Peter Gabriel y Phil Collins para las canciones de Genesis; personalmente creo que esta a su altura.

Se que tenés que irte, por eso voy a hacerte una última pregunta, una bastante curiosa.

  • Ya estoy intrigado

¿Has vuelto a escuchar tu disco debut? El único lanzamiento de la banda Quiet World, titulado, The Road.

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Quiet World – The Road (1970) El disco debut de Steve

  • ¡Wow, me llevas muy al pasado! No suelo escucharlo, es un disco donde creo que había ideas muy brillantes pero que éramos muy jóvenes, no sabíamos cómo realizarlas correctamente. Yo creo haber escrito una o dos canciones de este álbum, pero no esperaba recibir crédito por ello, solo me habían contratado para grabar con ellos. Era la banda de otra persona… yo era muy joven e inocente.

Solamente estabas ahí por la experiencia, esas cosas no importaban.

  • Solo buscaba la experiencia, eso mismo. Eso fue lo importante, además yo estaba recién comenzando; y vienen ellos con un contrato discográfico. Era una oportunidad increíble.
    La banda no solo iba bajo el nombre Quiet World, sino que también eran Greenwich Village [un grupo que solamente lanzó un single]. Ellos tenían estas dos bandas funcionando al mismo tiempo, y aquí tuve la oportunidad de conocer al productor John Schroeder, quien me motivó enormemente. Él decía que veía mucho en mí, que veía lo mismo que tenían otros de los grandes nombres en el negocio de la música.
    Esto fue muy importante para mí, una gran experiencia que valía más que si hubiese obtenido la fama y la gloria en ese entonces.


Y así fue mi charla con Steve Hackett, una experiencia maravillosa que me hizo ver de otra forma a su obra e incluso a la música en general.

Espero que la haya disfrutado, recuerden que hay muchas otras entrevistas para chequear en el Blog como también grabadas en MixCloud.

 

Por Agustín Riestra

 

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Stand Up … for Jethro Tull

En 1969, un impresionante año para la música, el grupo ingles Jethro Tull, que ya había lanzado un disco debut con un mix entre el blues y una temática de cuentos folclóricos ingleses. Ahora, un año despues, lanzaba un segundo disco que marcaría a la banda, y a la música, para siempre. Stand Up.

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Primero destaquemos los enormes discos lanzados en 1969, el clásico Abbey Road de los Beatles, el legendario debut de King Crimson, los dos primeros de Led Zeppelin, la rock opera Tommy por The Who, el enigmático Trout Mask Replica de Captain Beefheart, Hot Rats de Frank Zappa e incluso los debuts de las bandas proto punk MC5 y The Stooges. Estos y muchos más fueron los discos que se lanzaron en probablemente el mejor año de la historia de la música; pero ninguno fue similar a esta majestuosa joya de los muchachos de Blackpool.


Este grupo inglés estaba formado por:

  • Ian Anderson – vocalista, flauta, guitarra acustica, organo, piano, mandolina, balalaika y productor.
  • Martin Lancelot Barre – Guitarra eléctrica y flauta en «Jeffrey Goes to Leicester Square» y «Reasons for Waiting».
  • Glenn Cornick – Bajista
  • Clive Bunker – Batería y percusión.

ZZZZ


Tal y como habíamos comentado al comienzo, el debut de Jethro Tull, This Was (1968), había sido un disco cargado de mucho blues y algo del folclore inglés; pero el vocalista Ian Anderson quería alejarse un poco de blues y crear un nuevo sonido. Esta decisión del cantante llevó a que el guitarrista original, Mick Abrahams, decidiera irse de la banda por diferencias artísticas. Abrahams formaría la banda Blodwyn Pig.

A partir de esto, Jethro Tull se encontraba en búsqueda de un nuevo guitarrista, una de las opciones que barajaron fue  David O’List (ex miembro de The Nice), Mick Taylor (quien al final opto por continuar junto a John Mayall,y años más tarde se convertiría en un Rolling Stone) y  Tony Iommi, quien estuvo poco tiempo junto a la banda, ya que luego decidiría volver con su banda Earth en Birmingham … está luego pasaría a llamarse Black Sabbath. 

Luego de que Tony dejara la banda, la banda tomo a otro joven que había hecho una espectacular audición, un muchacho que terminaría formando parte de todos los demás discos de la banda, Martin Barre.


A pesar de que la influencia folk es bastante grande, y de que representa un sonido muy distinto a todo lo demás, Jethro Tull todavía tiene una gran influencia del blues este álbum. Aún así, el ahora liderazgo absoluto de Ian Anderson, tanto para la música como las letras, lleva a que la banda entre en una nueva etapa.

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Ian Anderson


El disco comienza con un frenético blues, canción que se convertiría en un clásico, A New Day Yesterday. La banda es salvaje, una batería sumamente potente, una guitarra que explota, el bajo que lidera la harmonía de la canción. Además tenemos una armónica de Ian Anderson que le cambia el tinte a la base, además de su tan particular voz, y todo esto sumado a un fantástico solo de flauta que mete en la canción.

De aca nos vamos a Jeffrey Goes to Leicester Square, una canción con sonido muy distinto a la música que tenemos acostumbrados. Una guitarra sintetizada, percusión constante acompañando, una voz rara que pone Anderson y la flauta al fondo. Esta es una de mis canciones menos preferidas del disco.

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Una vez concluida, tenemos un auténtico «clásico», un legendario arreglo de la canción de Johann Sebastian Bach, Bourée.

Esta versión algo jazzeada, con una flauta absolutamente legendaria, es algo realmente único en el universo del rock. La banda acompaña de forma espectacular, hay un pequeño solo de bajo, además de un acompañamiento increible, y una batería que lleva toda la canción de forma perfecta.

Es algo que realmente sorprende descubrir que Ian Anderson aprendió a tocar la flauta nada más unos meses antes de grabar esta maravillosa canción.

Realmente es historia este tercer track de Stand Up, y una canción que jamás falta en los repertorios de la banda.

 

Entonces llega un sonido más similar al del rock, con una muy buena canción titulada Back to the Family. Esta canción tiene un cambio espectacular entre los versos y el estribillo, es una de mis preferidas de la banda. Además de que cuenta con un solo de guitarra increible y una flauta espectacular. El outro es realmente épico, con un fade-off mientras la banda suena realmente «al palo».

Tenemos una linda canción acústica en Look into the Sun, un preciosa modo de cerrar el Lado A de este álbum. Más tarde, la eléctrica se suma, realmente es una canción espectacular.


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Jethro Tull en vivo – 1969

Para abrir el Lado B llega un híbrido blues y jazz, Nothing Is Easy. Esta canción es espectacular, con un bajo muy fuerte y bueno, la guitarra quebrando el molde de la canción, y haciendo un solo sublime, y una batería a todo lo que da. Hay un muy buen solo de guitarra y flauta, una canción completisima y de lo mejor de esta enorme banda.

Tras el jamming del final, cierra esta espectacular canción y una percusión nos mete en la extraña Fat Man. Esta canción es uno de los primeros (y pocos) casos en los que una banda de rock usa una mandolina. Esta canción realmente no la he comprendido muy bien nunca, y es mi menos preferida aca.

Entonces comienzan a sonar unos acordes ¿es esto un cover de Hotel California? No, son 7 años antes de que The Eagles escribiera esa canción, esto es We Used To Know. Esta es mi canción preferida del disco, una preciosa melodía acompañada de Ian Anderson cantando de forma hermosa y haciendo un solo de flauta muy memorable. Una vez terminado ese solo, Martin Barre tiene su turno para un fantástico solo.

La poesía de esta canción es impecable, el último verso es precioso, y entonces nuevamente se alza la guitarra para un segundo solo, realmente magnífico.

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Tras esta épica canción, tenemos la preciosa canción Reasons for Waiting. Acústicas, un teclado y la flauta son los componentes principales de esta bella canción; sumados a la bella poesía de Ian Anderson.

Y entonces llega el fin del espectacular disco Stand Up, para cerrar el Lado B tenemos la caótica For A Thousand Mothers.  Con este espectacular jamming, una muestra clara de la enorme capacidad de esta banda, finaliza uno de los mejores discos de Jethro Tull.


Y así concluye nuestra travesía alrededor de este espectacular disco que es Stand Up, un trabajo fascinante que cambiaría el rumbo de esta banda, llevando a siguientes trabajos como Benefit, Aqualung, la obra conceptual Thick As A Brick y más adelante Heavy Horses.

Ojala hayan disfrutado de esta entrada y travesía alrededor del mundo de Ian Anderson y compañía; y le recomiendo a quien tenga la oportunidad, de ir a verlo en vivo a Ian. Tuve el enorme placer de presenciar dos recitales suyos estos últimos años, y realmente está en un nivel altísimo, la banda es fantástica y suena mejor que desde hace años. Una experiencia única presenciarlo, ágil como en su juventud y siendo el increible performer que conocemos.

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